jueves, 7 de abril de 2016


MUERTE DE UN POETA


    Los enemigo de Lorca ya le están siguiendo la pista. El 15 de agosto se presenta en la Huerta otro grupo, provisto esta vez de una orden para su detención. Al ser informados de que Lorca no está allí, los individuos lo revuelven todo e incluso desmontan el piano de cola, buscando papeles comprometedores... ¡o quizá la famosa radio fantasma! Al final, el que encabeza el grupo amenaza a la familia, diciéndoles que, si no revelan el paradero del poeta, se llevará al padre en su lugar (es lo que había temido Federico).
Luis Rosales, antes de abandonar la Huerta, había conminado a la familia a que por nada del mundo señalasen el paradero de Federico. Pero ahora no hay más remedio. Concha, aterrada, contesta que su hermano no ha huido, sino que se aloja en casa de un amigo falangista, poeta como él. Es probable que incluso dé el nombre de Rosales. Parece lógico deducir que desde la Huerta la familia avisa a Federico de lo ocurrido (según Esperanza Rosales, Federico hablaba a veces con su familia por teléfono: conversaciones breves, cautas, dado el temor a ser escuchado).

    Poco antes del amanecer del día siguiente, domingo 16 de agosto, se fusila en el cementerio a Manuel Fernández-Montesinos y a otros veintinueve presos. A petición del exalcalde, asiste a su ejecución un sacerdote, conocido suyo, que tiene ahora la difícil obligación de informar a Concha García Lorca de la muerte de su esposo. La terrible noticia no tarda en llegar al poeta, probablemente por teléfono. En ese momento Esperanza estaba con Federico, que la había apodado "Mi divina carcelera". Según ella, quedó deshecho, anonadado, al enterarse de lo ocurrido con su cuñado.

    Podemos tener la seguridad de que, a partir de este momento, Lorca empieza a temer otra vez por su propia vida. Si los rebeldes son capaces de matar a una persona tan inocente como Manuel Fernández-Montesinos por el simple hecho de ser republicano y de haber desempeñado un cargo político, ¿qué posibilidades de salvarse puede tener un famoso poeta <<rojo>>? ¿Acaso no ha hecho repetidas declaraciones antifascistas a la prensa? ¿No ha criticado a la clase medio granadina, llamándola <<la peor burguesía de España>>? ¿No es íntimo amigo de Fernando de los Ríos, el político socialista más odiado en Granada? ¿No fue Yerma objeto de furibundas críticas por parte del a prensa católica? ¿Y el Romancero de la Guardia Civil española, no ha despertado las protestas de la derecha? ¿No le desprecian muchos granadinos por su condición de homosexual? ¿No es objeto, por su fama, de inconfesables envidias en la ciudad?[...]

    A Lorca lo detienen la tarde del 16 de agosto, el mismo día de la ejecución de su cuñado Fernández-Montesinos. Se trata de una operación a gran escala montada desde el Gobierno Civil: se corta la calle de Angulo, policías y guardias civiles rodean la manzana, y hasta se apuestan hombres armados en los tejado por si el poeta procura escapar por aquel camino inverosímil desde la terraza de los Rosales. Frente a la casa de los Rosales vivía la familia del dueño del bar Los Pirineos, situado a la vuelta de la esquina en la vecina plaza de la Trinidad. Uno de los hijos, Miguel López Escribano, de doce años, presenció desde una ventana la salida del poeta a la calle. Según decía recordar más de treinta años después, Lorca llevaba pantalones color gris oscuro, una camisa blanca con el nudo de la corbata suelto, y al brazo, una americana cana. El grupo cubrió a pie la corta distancia a la plaza de la Trinidad y dobló la esquina: <<Son de esas cosas que se quedan grabadas y se acuerda uno>>.

Ian Gibson
Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca.


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